Con motivo del centenario de la declaración como Monumento Histórico Artístico de las pinturas rupestres prehistóricas de Peña Escrita y La Batanera, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través del Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, ha llevado a cabo una serie de labores de conservación y mantenimiento en estos valiosos vestigios de la historia. Las intervenciones no solo han incluido la preservación de las pinturas rupestres de Peña Escrita, sino también mejoras en la accesibilidad de otros yacimientos cercanos, como las pinturas de La Batanera, el Escorialejo y el Collado del Águila.
Así lo ha anunciado el delegado provincial de Desarrollo Sostenible en Ciudad Real, Casto Sánchez, quien ha subrayado el compromiso del Gobierno de Emiliano García-Page con la conservación de este legado histórico. Según Sánchez, estas acciones demuestran el «compromiso con la conservación de la historia de Castilla-La Mancha y de Ciudad Real en particular», un esfuerzo continuo por proteger y poner en valor los tesoros patrimoniales de la región.
El Abrigo de Peña Escrita, situado en una zona media-alta de una ladera a 920 metros sobre el nivel del mar, en plena sierra de Hornilleros, alberga unas 104 pinturas rupestres de estilo esquemático. Estas figuras, distribuidas en 8 paneles a lo largo de la pared, abarcan un período que va desde el Calcolítico (2500-1800 a.C.) hasta la Edad de Bronce (1800-750 a.C.), y recientemente se han realizado trabajos para eliminar grafitis, panelizar y revegetar el entorno, contribuyendo a la valorización del sitio.
Las pinturas, realizadas con arcilla rica en óxido de hierro y componentes orgánicos, están principalmente compuestas por figuras humanas (antropomórficas) de colores planos, como ocres y rojos, junto con motivos geométricos. Las imágenes se caracterizan por un trazo único y esquemático, que reduce la representación real a las formas más básicas. Aunque el significado de estas pinturas aún es incierto, algunos estudios sugieren que podrían representar espacios sagrados dedicados a rituales religiosos, el culto a los ancestros o incluso marcar límites territoriales o propiedades.
En cuanto a la Batanera, las pinturas rupestres situadas cerca de una pequeña cascada del río Cereceda, en la vertiente norte de Sierra Morena, han recibido una atención especial. Se han realizado labores de desbroce de accesos, además de la restauración de la barandilla y la pasarela sobre el arroyo de la Cereceda, esenciales para garantizar el acceso a este importante yacimiento.
Por otro lado, en las pinturas rupestres del Escorialejo, se ha mejorado la accesibilidad mediante el desbroce de la senda y la instalación de peldaños de piedra encachada, así como una nueva señalización y la renovación de las existentes. En el caso de las pinturas del Collado del Águila, situadas en Solana del Pino, se están llevando a cabo trabajos similares, con la creación de tramos con peldaños y la instalación de una nueva barandilla, con la previsión de finalizar las obras antes de la llegada de la primavera.
Los yacimientos de Peña Escrita, La Batanera, el Escorialejo y el Collado del Águila, fechados entre el Calcolítico y la Edad de Bronce, constituyen un patrimonio de incalculable valor. Peña Escrita, junto con los yacimientos de la Batanera y el Escorialejo, son visitables en Fuencaliente, mientras que las pinturas de Collado del Águila se encuentran en Solana del Pino, ofreciendo a los visitantes un recorrido único a través de la prehistoria de Castilla-La Mancha.