El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha planteado que PP y PSOE sumen fuerzas, y lo hagan desde el plano autonómico con carácter previo, de cara a avanzar hacia un nuevo sistema de financiación que apuntalado en el bipartidismo pueda evitar los «chantajes» que, a su juicio, interponen los principales partidos del independentismo catalán.
Durante la rueda de prensa tras la Conferencia de Presidentes, García-Page ha indicado que se han abordado los cuatro principales temas «con matices» y, en alusión a la financiación, ha relatado que él mismo ha transmitido en la mesa «con claridad» lo mismo que ya le dijo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en La Moncloa y que ya expresó en el Congreso Federal de Sevilla, y es que la riqueza «es nacional, no solo porque lo dice la Constitución».
Con esta premisa, ha abundado en que no va a aceptar que la riqueza de Castilla-La Mancha «sea solo de Castilla-La Mancha», como no lo hará con ninguna otra región, defendiendo que se dé una parte de ella al Estado. «Si no se entiende esto, el caos». Algo que ha argumentado en el transcurso de la reunión y que, según ha dicho, no ha sido rebatido en ningún momento.
A su juicio, «ninguna región puede hablar con el resto de España como si fuera propietaria de su PIB», y ahora la financiación que se puede pedir ha de ser la que venga a pagar los servicios públicos «de manera sensata».
Por todo ello, «solo puede negociarse un modelo único y no caben modelos aparte, ni complementarios, ni singulares» para el líder del Ejecutivo regional.