El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afirmado que la dirección nacional del PSOE decidió no incluir en el 41 Congreso Federal la ratificación del acuerdo de financiación singular entre el PSC y ERC, debido a que no habría sido aprobado y existía el «riesgo de una fractura estructural» dentro del partido.
García-Page también destacó la «enorme capacidad» del ministro Óscar López, quien se perfila como posible nuevo líder del PSOE en Madrid, y criticó que el secretario general, Pedro Sánchez, no hubiera rendido cuentas ante los delegados del partido. En su opinión, se optó por un modelo «plebiscitario» que no permitió el debate interno.
«Se ha evitado mencionar términos como indulto o amnistía, tratando de esquivar posibles problemas. Pero, además, en cuestiones clave como la financiación, todos los debates y opiniones públicas que hemos mantenido han sido útiles, ya que la dirección se dio cuenta desde el principio de que, si se planteaba la ratificación del acuerdo con Esquerra Republicana, no saldría adelante. Más bien, habría supuesto un serio riesgo de fractura estructural en la organización», explicó.
Un Congreso «espectáculo-mitin»
En cuanto al congreso que los socialistas han celebrado este fin de semana en Sevilla, tras cuestionar que se haya planteado como un «espectáculo-mítin», ha echado en falta que el secretario general «rinda cuentas» y se abriese un debate, como era tradición en estos conclaves. «Confío en que esta intención, en cuanto un tanto radical que se plantea ahora, pues no sea la que marque el devenir de los acontecimientos».
Dicho esto, en una entrevista concedida a Antena 3, ha alertado de que aún «no se sabe» cuáles son las consecuencias de plantear que la Ejecutiva sea «una extensión de la secretaría general», pues considera que el modelo «muy plebiscitario» instaurado «aún no se ha llegado a digerir».
En cuanto las ponencias, luego de considerar que «han llegado al congreso muchísimo más moderadas, mucho más reconocibles con la ideología clásica de lo que aventura la gestión del Gobierno», ha lamentado que las cuestiones que son controversias para el Ejecutivo central «no se hayan dejado ver».
Dicho esto, ha opinado que lo «verdaderamente importante» de los congresos no es solamente lo político, sino «analizar gestos», añadiendo que «se notaban muchísimas corrientes de fondo».
«Lo que sucede es que en los partidos políticos la expresión a veces de la opinión va en el ruido, en el nivel de los aplausos», ha precisado.
Palabras en favor de Felipe González
De igual modo, el titular del Ejecutivo castellanomanchego ha vuelto a reivindicar la figura de Felipe González, señalando que su marcha «fue un drama para todos». «Hay un antes y un después con Felipe González en la historia de España en muchos aspectos, pero la del PSOE por completo».
Preguntado por las palabras del ministro Óscar Puente, que aseguró que no necesitan a González porque ya tienen «al mejor líder y al mejor proyecto», García-Page ha indicado que esta cuestión no le preocupa, porque «no busca protagonismo».
«Yo estoy en el final casi de mi trayectoria política y aspiro simplemente a no tener que tapar ni tachar de mi currículum durante tantos años todo lo que he creído», ha dicho García-Page, que tras retratarse como «político vocacional», ha manifestado estar «orgullosísimo de todo» lo que le ha pasado en la vida.
«Incluso reconozco muchos errores y cosas que no debieran haber sido. Pero no estoy dispuesto, para ser mejor político, a dejar de ser persona. Me siento en este momento enormemente querido, vaya por donde vaya en España», ha terminado asegurando.



